La estadística como herramienta de debate
Vivimos rodeados de estadísticas. Forman parte de nuestra vida y constituyen una de las claves argumentales más empleadas. También sirve como herramienta del debate económico. Sin embargo, se dice comúnmente que la estadística es una forma elegante de mentir. Pero realmente, la misión de la estadística como ciencia podría resumirse como la obtención, organización, síntesis, descripción e interpretación de los datos para la toma de decisiones en ambiente de incertidumbre[1]. Es por ello que, quienes mienten o se engañan con la estadística son aquellos que le atribuyen propiedades inexistentes.
Un engaño frecuente es emplear un estadístico que carece de representatividad como imagen fiel de un fenómeno. Un ejemplo común de este error podría ser cuando se emplea un valor medio de salario o renta per cápita en condiciones de extrema desigualdad. Otro ejemplo más facilón podría ser el de tres amigos que quedan para comer y encargan tres pizzas. Uno de ellos se come las tres pizzas, pero de media cada amigo se habrá comido una. El resto miraría mal a ese amigo, pero más aún si éste emplea la media para justificar pagar a partes iguales.
En otras ocasiones, la mentira se sustenta en un ejemplo concreto que trata de ser generalizado. Un ejemplo inocente de esto, pero con importantes implicaciones, podría ser: ‘Conozco dos vulcanianos a los que les gusta la piña en la pizza. Luego a todos los vulcanianos les gusta la piña en la pizza‘.
El tercer ardid habitual es tratar de confundir correlación con causalidad. Este último es especialmente peligroso y tendrá su entrada propia en el blog. Lo importante es que todos ellos son evitables o identificables con un nimio conocimiento de la estadística.
El papel de la estadística en la economía
En muchas ocasiones la economía ha estado sustancialmente alejada de la ciencia. Como resultado, el debate económico en la calle solo ha servido para enfrentar a las personas a través de puntos de vista subjetivos. Entre otras causas, esto se debe a que construimos nuestra realizad con una parte, y no con toda, la información disponible. Es por ello que la estadística juega un papel fundamental en la ciencia económica, al estar especialmente indicada para entornos de incertidumbre.
En cambio, vemos constantemente como ésta es empleada como herramienta argumental del debate económico. También es posible ver cómo reiteradamente se incurre en estos sesgos en pro de la subjetividad. Lo mismo puede extrapolarse al mundo de la empresa. Es por ello, que las Ciencias Económicas y Empresariales han quedado reducidas en el ideario colectivo a mera opinión. Al mismo tiempo que la estadística se ha convertido en un arma con la que justificar esa opinión. Una miríada de veces ha podido escucharse que la economía y la empresa es aplicar el sentido común. Sentido común que no se aplica en la mayoría de los fenómenos económicos o que puede llevar a decisiones ineficientes[2].

La toma de decisiones
En resumen, la estadística es una herramienta de trabajo fundamental. Herramienta como lo son en otras profesiones un taladro, un ordenador o un violín. Es el conocimiento de la estadística el que debe sustentar el debate científico y la experimentación en economía y empresa. Por tanto, se hace esencial su conocimiento para permitir una correcta toma de decisiones. Además de servir como herramienta con la que articular un debate económico enriquecedor.
[1] Sánchez Fernández, J. (2004) Introducción a la Estadística Empresarial Edición electrónica en http://www.eumed.net/cursecon/libreria/index.htm
[2] Véase, por ejemplo: El problema o la paradoja de Monty Hall